El Maravilloso Chocolate deriva de la palabra azteca «xocolatl», cuyo significado es «agua espumosa», denominación que era utilizada por los Olmecas (1500- 400 A.C.), por los Aztecas (1400 A.C.), y posteriormente por los Mayas (600 A. C.) para identificar una bebida amarga, de fuerte sabor, y de gran valor energético, crece mayoritariamente en América Central y Sudamérica, desde donde es originario.
Proviene de la almendra del árbol del cacao, fue utilizado durante cientos de años por los indígenas sudamericanos en la preparación de una bebida amarga, el más interesante es el chocolate negro debido a su alto contenido de los flavanoides los que ejercen poderosos efectos antioxidantes al inhibir la oxidación de las LDL (colesterol malo). Aparte de su efecto positivo sobre la función vascular cerebral y el rendimiento cognitivo, el cacao del chocolate negro es también rico en antioxidantes y flavonoides que hidratan la piel. Contamos con las propiedades del chocolate tanto si lo consumimos como si lo aplicamos de forma tópica.
El cacao es una importante fuente de polifenoles como catequinas, epicatequinas y taninos, todos de la familia de los “Flavonoides” que son la teobromina, xantina y minerales (magnesio, cobre, potasio y hierro), componentes de un importante valor nutritivo y terapéutico por su actividad antioxidante y antiinflamatoria.
En diversos estudios se demuestra que estos componentes del cacao contribuyen a incrementar la acción reparadora desde el interior de la piel (fotoprotección endógena) y, son cruciales en el mantenimiento de la salud de esta. Además, gracias a su acción antioxidante, el cacao protege la piel del estrés oxidativo que es uno de los factores más relevantes en el deterioro de la estructura dérmica y en el envejecimiento prematuro. En otro estudio se observa que un consumo regular de flavonoides del cacao mejora las arrugas y la elasticidad de la piel.